Proyecto en construcción
¿Violencia? ¿Quién
eres?, ¿una propiedad inherente a la condición humana? ¿Por qué estás tan
vigente?, ¿qué nos mueve, como mexicanos, a ser violentos?; ¿desde cuándo se
desconfía en el poder de la palabra y se le apuesta a la confrontación?
¿Dónde está
tu opuesto?, ¿en verdad la violencia es parte de nuestra naturaleza como
humanos, mexicanos, hombres y mujeres?, ¿hasta qué punto ha sido originada por
el hombre?; ¿será posible concebir a la paz no como algo inalcanzable, sino
como un objetivo del Estado, de la sociedad… del individuo?
Todas estas
preguntas nos allanaban mientras realizábamos esta segunda entrega del
Colectivo Chale. Preguntas que teníamos que atender tal vez no por su
profundidad, sino por su recurrencia en nuestra mente. En algunos momentos nos
hemos inclinado a pensar que la violencia es inherente al hombre y la mujer; en
algunos momentos hemos pensado que el mundo, los imperios o el Estado-nación se
erigieron de las llamas. Que el incendio ya estaba.
No
obstante, nos hemos enfrentado como país a una violencia que no concierne a
nuestra naturaleza, pero que sí la modifica. Una violencia que se ha cimentado,
construido, a través de nuestra historia, nuestra cultura y nuestra economía.
¿Cuál es la madre de esta violencia?
Colectivo
Chale tratará de responder estas preguntas con imágenes, en aras de saber lo
que se mueve en los ríos internos de nuestra sociedad. En donde implícitamente
se exponga la necesidad de un nuevo pacto social y de concordia. Gobierno,
sociedad civil, minorías, mayorías. Todos.
Y todo para
que al final nos preguntemos, por qué hablar de violencia cuando se puede
hablar de la paz. Y así, cuando nuestra sociedad alcance niveles mínimos de
ella, será una excelente oportunidad para encontrar una pequeña porción de paz interior,
algo que todos buscamos, pero sólo algunos encuentran en su vida.
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